El Club Deportivo Ñublense fue el protagonista de la jornada tras golear estrepitosamente a Colo Colo. En el marco de una nueva jornada del campeonato chileno, derrotaron 5 goles a 1 a “El Cacique” este primero de mayo en el Municipal. De esa manera, los dirigidos por Jaime García escalan al tercer puesto de la tabla desplazando, precisamente, al Colo Colo.
En lo más alto de la tabla de clasificación del torneo, Ñublense y Colo Colo se jugaban el honor y la disputa de una posición privilegiada. Desde un primer momento se entendía la magnitud de partido a punto de suscitar, dándolo como igualado. Sin embargo y para sorpresa de muchos, la balanza se declinó muy favorablemente a los locales.
Efectivamente, los Diablos Rojos de Ñublense actuando como locales, impusieron condiciones de gran juego para salir adelante. No sucumbieron ante la adversidad e impulsados por un planteamiento táctico excelso, consumaron un gran desempeño. En lo que va del campeonato doméstico representa el hecho futbolístico más relevante tras el Superclásico reciente.
Inicialmente, Colo Colo se adueñó del marcador y un buen tramo del cotejo tras un gol de Juan Carlos Gaete al minuto 17. Pese a los intentos de los Rojos en adelantarse y golpear primero, fueron los pupilos de Gustavo Quinteros quienes vieron luz antes tempranamente. No obstante, en lugar de ser un alivio para El Colo, la verdad fue muy diferente a lo esperado.
A raíz del gol en contra, Ñublense salió al ataque sin nada que perder en la búsqueda de un empate que los regresara al encuentro. Tras varias acometidas e infortunios diversos, Maximiliano Quinteros colocó la igualdad de condiciones al 34’. De esa manera, ambos conjuntos se fueron tablas en el score al vestuario una vez finalizados los 45 minutos de apertura.
Tras el descanso, Ñublense pasó por encima táctica y físicamente a los de Quinteros sin siquiera despeinarse. Si bien la posesión estaba disputada y el mediocampo parecía una zona de guerra, los Diablos Rojos materializaron una mayor efectividad de cara a portería. Ejemplo claro de ello se presentó al minuto 58 cuando Mathias Pino marcó el segundo gol del local.
De ahí en adelante, la fiesta de Ñublense continuó siendo estruendosa sin respuesta del contrario. Colo Colo vagaba por el campo con posesiones de balón estériles y salvo uno que otro remate, no inquietaron al portero rival. Esta parsimonia o imposibilidad de reponerse conllevó a que Maximiliano Quinteros marcara el tercero y el segundo de su cuenta.
Sin capacidad de reacción, Guerra y Cerezo se encargaron de cerrar la goleada anotando el cuarto y quinto gol al 74’ y 90’ respectivamente. Ese último dardo fungió como un duro atisbo de realidad para El Colo durante el encuentro.
Con el pitazo final del árbitro, Ñublense festejó airadamente una victoria sumamente trabajada desde el principio. No se doblegaron, aunque comenzaron perdiendo, sabiendo aprovechar las adversidades para impulsarse. Ahora, permanecerán en esa posición al menos una fecha más a la espera de la siguiente jornada del campeonato.
