La selección española de fútbol, disputó su segundo encuentro correspondiente a las eliminatorias mundialistas. En esta oportunidad, tocó visitar a la sección de Georgia, venciendo apenas por la mínima este domingo 28 de marzo. Pese a la victoria, los dirigidos por el director técnico, Luis Enrique, continúan mostrando dudas en su juego durante estas primeras jornadas.
España no ha comenzado lúcida estas dos jornadas iniciales de clasificación a fin de conseguir un boleto para Qatar 2022. Desde el anterior partido disputado contra Grecia, la selección campeona del mundo en 2010, viene mostrando defectos en su accionar.
Ante Grecia, España sacó a relucir sus espectaculares dotes técnicos con la pelota, llegando a alcanzar hasta un 80% de posesión de balón. No obstante, la falta de profundidad y demasiado juego horizontal, generaron desacierto constante frente a la portería griega. Al final del encuentro, el mercador terminó tablas para cada equipo.
Tomando tal partido como referencia, Luis Enrique buscó hacer los cambios necesarios para afrontar a Georgia. Aun así, un gol in extremis de Dani Olmo en el tiempo de descuento al minuto 90+2, sirvió como llave para obtener los tres puntos.
La falta de efectividad y de contundencia, fue motivo de crítica constructiva por el propio técnico español. En efecto, agregó que “España no estuvo lúcida” y que precisa seguir ajustando las tuercas.
El ex técnico del Barcelona, se escudó argumentando que “las eliminatorias están más difíciles, ya no hay rivales sencillos”. Del mismo modo, puntualizó que de no consolidar un buen resultado “habría estado a nada del infarto”.
Aunque recién comienza el camino a Qatar 2022, dos reveces tan pronto hubiesen significado un verdadero dolor de cabeza para España. Con una Suecia que cada vez juega mejor, el liderato del grupo y el ticket clasificador, se habrían puesto cuesta arriba.
A pesar de las vicisitudes, España ha logrado intercalar jugadores jóvenes con la experiencia de viejos conocidos. Para este partido contra Georgia, Luis Enrique concretó hasta 7 cambios en relación al encuentro ante Grecia. Por lo tanto, la dificultad de engranaje puede deberse a que todavía continúa siendo un equipo en construcción.
De ahora en adelante, el técnico de 50 años deberá facilitar el camino del éxito a sus jugadores, buscando el once ideal. Si lo logra, aquella versión de la poderosa España no tardará en volver a vislumbrar exitosamente.