La Selección de Chile ha llevado hasta el máximo punto legal su disputa económica contra Nike para esta Copa América. Debido al conflicto, La Roja usará un parche con la bandera nacional sobre el emblema de la marca deportiva en el partido de este viernes. De ese modo, continúa el pulso entre ambas entidades a la espera de una resolución que calme a las partes en juego.
Tras conocerse el incumplimiento del pago de diferentes cuotas por parte de la marca deportiva, Chile ha decidido actuar al respecto. Previamente, la dirigencia de La Roja había anunciado que, de no presentarse una solvencia del problema, actuaría al respecto. Pero, en vista de no consolidarse un acuerdo, tomaron cartas en el asunto para el partido contra Bolivia de forma contundente.
La Asociación Nacional de Fútbol Profesional, organismo regente del fútbol chileno, se pronunció al respecto de los acontecimientos. “Nike ha dado por finalizado de manera unilateral la relación contractual sin cumplir las cláusulas económicas pautadas”. Al mismo tiempo, la entidad aseveró que “Este problema escalará a los tribunales dado que no puede terminar así”.
Este nuevo traspié económico para la selección chilena se suma al déficit de ingresos debido a la pandemia por COVID-19. Aunado a ello, la Copa América no está representando la ganancia adecuada que se preveía para entonces. La razón principal de este último punto es que se suscitó una baja porcentual y económica de los premios otorgados en la competición latinoamericana.
Aun así, no es la primera vez que Chile pasa por este tipo de situaciones adversas, poseyendo un antecedente de la temporada 06-07. En ese momento, la ANFP designaba a Harold Mayne-Nicholls como su nuevo presidente quien empezó a tomar varias decisiones arriesgadas. Una de ellas fue su polémica cancelación con la marca deportiva Brooks debido a lo insatisfactorio del contrato.
La consecuencia subsiguiente desencadenó un partido entre Chile y Costa Rica donde “El equipo de todos” salió sin sponsor oficial. Por ende, parece ser que, evidentemente, desde entonces, La Roja está destinada a padecer este tipo de conflictos contractuales bastante problemáticos.
Chile no solo tendrá que afrontar un partido trascendental ante Bolivia, sino también mantener la cabeza fría sin importar lo extrafutbolístico. No obstante, esta disputa legal continuará extendiéndose abarcando hasta el propio fin de semana. Sin saber cómo pueda terminar todo, Chile tendrá que afrontar las fechas venideras sin un patrocinador que suponga peso económico.